Consumo Ético Saludable

Los grupos de alimentos: razones históricas para incluir variedad de alimentos en nuestra dieta diaria (parte 1)

Los grupos de alimentos: razones históricas para incluir variedad de alimentos en nuestra dieta diaria (parte 1)

A continuación compartiremos información sobre los grupos de alimentos y la importancia de incluir variedad en nuestra dieta diaria; también explicaremos a qué se conoce como macronutrientes y micronutrientes, cuáles son y cómo consumirlos diariamente.

Empezaremos con una pequeña introducción histórica … ¿Alguna vez se preguntaron con qué nos alimentábamos las y los humanos cuando empezamos a poblar este planeta? Con este antecedente el médico (ex viceministro de Salud) Enrique Jacoby expuso durante una ponencia que nuestra historia alimentaria data de hace 6 millones de años, cuando aún nos confundíamos con los chimpancés viviendo en las ramas de los árboles. Las investigaciones apuntan a que comíamos sobre todo frutos y fruta. En esos momentos, en el paisaje de África (en donde la mayoría de científicos coincide como el foco del desarrollo de los primeros humanos) lo que predominaban eran bosques, que luego de miles de años, con un cambio en el clima, la floresta se transforma en sabanas. A partir de este cambio, los árboles se hacen cada vez más escasos, y por tanto, la fuente de alimentos también. Y los humanos se ven obligados a bajar de los árboles para buscar otras alternativas alimentarias. La búsqueda les exige muy extensas caminatas, que incluso, alentaron a que empezaran a erguirse y optar por caminar sobre los pies. En este punto los humanos comienzan a diferenciarse de sus cercanos chimpancés.

Gracias a estas caminatas iniciamos el larguísimo proceso de probar nuevos productos. La anécdota es que en la prueba de nueva comida, dedicábamos horas de horas a la masticación porque de frutos y frutas, pasamos a probar raíces, tallos, hojas, semillas. Sobre este punto recordamos que el agroecólogo brasilero, Sebastião Pinheiro, nos conversaba que los humanos llegamos a conocer hasta diez mil tipos de alimentos. Luego de descubrir el fuego, con la posibilidad de cocinar los alimentos, la digestión y la asimilación de los nutrientes mejoró notablemente, dando lugar al desarrollo de nuestro cerebro. Con el inicio de las prácticas de la agricultura, se comienza a dominar la planificación de la alimentación, y la cultura alimentaria se hace cada vez más compleja.

Hasta aquí, en conclusión, la alimentación de la humanidad es el fruto de una evolución, que va desde el deambular probando lo que se encontraba en el camino, guiados únicamente por la intuición de qué probar y qué no, hasta la formación de una cultura alimentaria conformada por innumerables combinaciones de diversos alimentos. Estos alimentos mayormente son cultivados (o criados) y principalmente se consumen luego de un proceso de cocción. Finalmente, nos hemos desarrollado con productos que nunca fueron tratados con agroquímicos. A estas certezas llegamos en un apretadísimo resumen.

Gracias a los buenos alimentos, hemos podido incrementar nuestra masa cerebral que nos ha llevado a tener mayor capacidad de observación y de investigación. Y así como hace millones de años, la asimilación de los nutrientes en los alimentos nos permitieron llegar a desarrollar masa cerebral, inicialmente permitieron (y permiten) que nuestro organismo cumpla eficientemente sus funciones, desde desarrollarnos ni bien nacemos, pasando por realizar diversas actividades entre físicas e intelectuales, procrear, y tener energías para cuidar de nuestra prole. Todo ello es gracias a la alimentación.

Entonces, es necesario remarcar que los alimentos tienen un objetivo muy obvio (y tanto como obvio, desatendido), que es el de abastecernos de una carga de nutrientes suficiente para cubrir las necesidades de las personas en cualquier etapa de su ciclo vital (niñez, juventud, adultez). Recordemos que a lo largo de la vida son innumerables las funciones que cumple nuestro organismo para permitirnos realizar acciones de forma correcta, desde las físicas como caminar o hacer deportes, o las intelectuales como atender una clase, leer y entender un documento o sencillamente hablar con coherencia. Y todo ello sería imposible sin habernos alimentado. Ahora bien, para explicar lo básico sobre los nutrientes diremos que se clasifican en macronutrientes (macro=grande) en donde se ubican los carbohidratos, las grasas y las proteínas; y en micronutrientes (micro=pequeño) como las vitaminas y los minerales.

Para conocer sobre los macro y micronutrientes, les alentamos a leer la segunda parte de Los grupos de alimentos: razones históricas para incluir variedad de alimentos en nuestra dieta diaria.